
La
esperanza, "esa cosa con plumas que se posa en el alma", decía Emily Dickinson, y nuestra imaginación se lanza a recrear ese
bello animal plumado, seguramente en tonos verdes, de canto delicado y
persistente. No le vemos las uñas, no nos remontamos más atrás en el mito a la
caja de los males de Pandora. ¿Es esa esperanza en que nos sucederá lo que
deseamos la que deja...