viernes, 26 de junio de 2015

LAS PAPARRUCHAS de CONCHI GÁMEZ




Creo que es la primera vez que escribo en público. 
Supongo que me da mucho vértigo saber que una vez cruzada la línea de lo privado a lo público no hay marcha atrás. Quiero decir, que después de compartir algo, una idea, un pensamiento, una opinión, lo que sea, automáticamente pasa a ser juzgado por los demás. Y eso, seamos honestos, aunque solo sea al principio, da vértigo (y el que diga lo contrario, miente).
Pues bien, hoy me animo a saltar esa linea y contaros todas las paparruchas que me plazcan. Es curioso, ahora mismo no se me ocurre ninguna, aunque pensándolo bien, esto podría ser perfectamente la primera paparrucha. 


   
Paparrucha Nº1
"Necesidad de contar por el simple hecho de contar"

Creo que muchas veces tenemos unas particulares ganas de hablar de cualquier cosa. Y digo particulares, porque se trata de esas veces que aunque no sintamos tener nada importante que decir, hablar, escribir, solo nos apetece eso. Digamos que si nos apetece decir "me estoy cagando" hay que hacerlo. Las cosas no tienen importancia, nosotros, le damos importancia a las cosas. Pues esto es así. A veces tengo ganas de hablar o contar sin más. Por eso os adelanto que nada de lo que leáis de mi os cambiará la vida, no esperéis encontrar argumentos sólidos sobre nada concreto, ni revelaciones sobre el ser humano ni hostias. Eso no va a pasar. Me limitaré, o mejor dicho me daré el gusto de contar por contar. Que no digo que un día no pueda tener un momento de lucidez y dejaros perplejos, pero de verdad, no lo esperéis, esos momentos en mí suelen ser bastante escasos. 




     

Paparrucha Nº2 
"Ayer pisé un gorrión"

Puede parecer un hecho bastante irrelevante respecto a lo que os hablaba antes, pero por supuesto que no, ya que va perfectamente en la linea de contar por contar. El caso es que pisé un gorrión. Ya estaba muerto, por si eso os alivia algo. La cuestión es que iba hablando tranquilamente y sentí al pisar, como mi pie se desplazaba. Vamos que se resbaló. Como cuando pisas una mierda, pues igual. Y eso fue exactamente lo que pensé. Pero para mi sorpresa, al levantar el pie del asfalto, lo que encontré fue un pajarito espachurrado en la carretera. Madre mía, me quedé helada. No lo maté yo, pero casi. Sentí como si lo hubiese rematado, como si lo hubiera incrustado mas aun en la carretera. Joder, que sensación. No la podéis imaginar. Bueno, si alguna vez pisasteis un gorrión sí, de no ser ese el caso, de verdad que fue horrible. Una mezcla entre pena y asco. Terrible. Sin contar con que mi zapatilla estaba llena de sangre del animalito.
En fin.
Lo primero que hice fue compartir el acontecimiento. Me dijeron que me acercara al pájaro y le recitara un poema, soplara al cielo y listo. Se reían de mi claramente, pero era tal mi estado que no dude en hacerlo. Fui de nuevo al lugar de los hechos. Le recite "¡A VOLAR!" de Rafael Alberti, uno de mis poemas favoritos, habla de muchas aves y nombra al gorrión, pensé que le gustaría. Luego sople al cielo y me pareció ver algo salir volando.
 Tras eso me quede mucho mas tranquila. Pero valiente tragedia, y ya no por mí, sino por el gorrión, que antes volaba y terminó por incrustarse en la carretera.


                              




Paparrucha Nº3:
"Historias que merecen la pena ser contadas"

Creo que todas las historias y acontecimientos merecen la pena ser contados. Como lo del gorrión. Quiero decir, no es que fuese de vital importancia, pero a mí me merecía la pena contarlo, era importante. Puede que le haya interesado a alguien, que se yo. Fíjense en Tennesee Williams con "Confesionario", cuenta las historias de un bar y su gente. ¿Quien puede imaginar que en su bar pueden sucederse infinidad de escenas de una obra de teatro?




En serio, no sean embusteros, ¿nunca les ha pasado, estar tomando una cerveza y pensar "Ay madre, si hubiese alguien grabando o escribiendo esto"?
O sencillamente van por la calle, andando sin más, y de pronto se topan con un loco borracho, que si te fijas, bien podría ser Max Estrella de "Luces de Bohemia". Lo que quiero decir, es que nunca sabes cuanta importancia pueden tener las historias que nos suceden, los personajes con los que nos cruzamos o lo que pasa a nuestro alrededor que nos da tanto miedo mirar.


Yo escribo para mí, por miedo a que lo que escribo no sea lo suficientemente importante para ser contado. Pero, ya basta ¿no? Que vivimos en un mundo que es puro teatro, como diría La Lupe. Todo lo que nos sucede merece la pena ser contado, escrito, filmado. Todo. Y parece que solo unos valientes están dispuestos a hacer algo con eso. 
Imaginaos por un momento que nos envalentonamos, que cruzamos la línea, que reestructuramos la importancia de las cosas y nos atrevemos a mirar de verdad. Imaginaos que nos decidimos a contar por fin lo que nos emociona. ¿No seria hermoso? Mil historias nuevas por segundo. Seria como si fuésemos autores de vida. Cada uno con su propio estilo y sus particulares Romeos y Calibanes, nuestras propias Juanas de Arco y Amarantas. 


PORTRAITS OF HOMELESS PEOPLE - Lee Jeffries















No creo estar diciendo nada nuevo, solo reitero lo que decía Lorca en su "Comedia sin titulo": la realidad empieza porque el autor no quiere que os sintáis en mitad del teatro, sino en mitad de la calle.

 De eso se trata, que el Teatro no está en el interior de un edificio con butacas y escenario, no existe teatro porque haya focos o plateas, ni siquiera actores ni utillería, mucho menos director... El Teatro existe porque hay historias que reclaman a gritos ser contadas. Hay sujetos que bien merecen unas páginas para ser escuchados y vistos. Están en cada uno de nosotros. Solo tenemos que empezar a contar. Dejarnos emocionar por lo que creemos que "no tiene importancia", entonces, estaremos haciendo teatro. Estaremos haciendo vida sin mas.

Conclusión: Todas las historias merecen la pena ser contadas.


PD. Queridos lectores, espero que hayan disfrutado de la lectura de mis paparruchadas. Para cualquier consulta les ruego me dejen sus comentarios a los que prometo contestar con agrado. Sinceramente suya:              


6 comentarios :

  1. Estimada Conchi,
    No sabe usted lo que me alegra su reaparición pública a través de estas líneas.
    Verá, le escribo porque ultimamente tengo un comecome que no me deja vivir. Seguramente a alguien de su altura le parezca esto una auténtica paparruchada.
    Pero ahí voy.
    Resulta que yo voy a muchos castings, como es propio de mi condición. Pero hasta la fecha no he sido seleccionada en ninguna de dichas pruebas porque al parecer, no tengo el perfil.
    ¿Podría usted explicarme qué demonios es un perfil?
    ¿Qué debo hacer con mi vida?

    Muy agradecida

    Ofelia

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  2. Pues a mí este artículo me parece una castaña. Como sigan editando este tipo de tonterías les quito el like de facebook.
    Conocidos, conocidos...QUE NO LES CONOCE NI EL TATO, HOMBRE YA.

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  3. ¡Ay Conchi!, por fin reaparece usted después de lo que le pasó. Tanto tiempo en el subsuelo, la creíamos perdida para siempre. Precisamente la semana pasada, revisando los cajones de mi suegro , para limpiar un poco, no crea usted que le espió si le han ingresado o no la paga, encontré entre su colección de postales de gente del teatro una foto de usted,ligerita de ropa, pero muy fina, y me acordé de aquello...
    En fin espero que se encuentre ya totalmente recuperada. Yo también una vez sin querer pisé algo, crujió, salí corriendo, no me atreví a mirar, creo que era el corazón de alguien, pero ya estaba seco.
    Si me vuelve a pasar me acordaré de usted y le recitaré un poema.O tal vez le cante la Pared.
    https://www.youtube.com/watch?v=acjRixeiiS8&index=2&list=RDVT2GdL2JJqM

    Por Bambino ,claro está, que un clásico es un clásico.

    ¡que alegría leerla!

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  4. Muy refrescantes sus paparruchas, con la que está cayendo... Eso que cuenta del cadáver alado me trae reminiscencias. Yo no acostumbro a pisar pájaros, pero suelo verlos muertos a mis pies muy menudo. Fíjese usted qué cosas... Porque claro que es lógico que se mueran los pájaros, como cualquier vicho viviente, ahora bien, por qué me los encuentro yo y no otro transeúnte, es cosa que no comprendo. Podría imaginarse alguien que voy mirando al suelo, pero no, lo que acostumbro es a mirar al cielo, así tengo yo las cervicales... Creo que los pájaros saben a quién le preocupan y a quién le importan un pito. Conozco a algunos a quienes incluso les desagradan. No es mi caso, puse una fuente en mi jardín para darles de beber, pese a que eso me sube el importe de la factura del agua. Vienen de todas clases y tamaños, se refrescan y permanecen incluso un poco, echándome un ojo. Ellos saben que yo sé que no sabemos y que, por lo tanto, todas las criaturas del universo dependen unas de otras. Así que me congratulo de su paparrucha: Gracias por recitar el poema y por creer que fue posible ese último vuelo. Ojalá algún otro ser tenga tanta fe en mi metamorfosis, llegado el momento. Publico el comentario como "anónimo", gesto este tímido o cobarde con el que no comulgo. En mi caso es solo fachada. Comprobará que somos compañeras de blog en cuanto lea y relacione mi firma. Bienvenida y bienhallada.

    MJ

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  5. Es usted una desconsiderada, yo la conozco bien del teatro y lo único que ha hecho usted es pisar cabezas. Cuente si tiene lo que tiene que tener lo que pasó en el Festival de Edimburgo de 1976.
    J.A.B.R.

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  6. ¡Me encanta Conchi Gámez!

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