viernes, 13 de junio de 2014

LA VOZ POÉTICA por Soraya García


He visto un poemazo tirado por el suelo ante el temblor incontrolado de su poeta.

He visto unos versos despeñarse en un histrión que los llevaba por un sentimiento que no correspondía.

Reconozco haber jugado a declamar sonetos de Gerardo Diego con la voz de Alberti y hacer versos de cosas locas como la dulce Gloria Fuertes.

Yo oí decir al poeta chileno Gonzalo Rojo con ochenta años una tarde en la Casa de América, que no soportaba las formas de nenaza de algunos poetas al recitar, justo después de que un ínclito colega terminara su sentidísimo poema. Pero que no daría yo por escuchar a Lorca recitar algún Soneto del Amor  Oscuro, sería como andar por primera vez ese camino…

He oído a Nuria Espert :
“Río Duero, río Duero nadie a contémplarte baja…
y sentí toda la soledad del mundo en el cauce de mis venas.

He crecido con el If de Valladares, y era tan poderoso, que me tiñó todo Kipling con su voz.

No sé que es más ajustado a la poesía si un poeta o un actor. No renuncio a nada ¿por qué hacerlo?

Ahora sí, nunca, nadie, jamás, dirá:
Di que me amas. Di: «te amo»,
dímelo por primera y por última vez.
Sólo: «te amo». No me digas cuánto.
Son suficientes esas dos palabras.
Como el grandioso José Hierro.

Nunca, nadie, jamás, dirá como Germán Estebas:
Escribo desde un naufragio,
desde un signo o una sombra,
discontinuo vacío
que de pronto se llena de amenazante luz.

Lo dicho, yo no renuncio a nada. La poesía no será de quien la escriba, ni será de quien la reciba, la poesía será de quien se reconozca en ella… y del silencio, también del silencio.


Soraya García

Los actores Germán Estebas (Don Quijote) y Jose Luis Checa (Sancho)
"Don Quijote" de Ángel Gutierrez - Teatro de Cámara Chéjov




























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