sábado, 28 de junio de 2014

En TERAPIA con CHARLIE LEVI LEROY Y JANO SANVICENTE por Victoria Alonso




Érase una vez una sesión de TERAPIA, donde se reunían cada domingo a las 20.00 Charlie Levi Leroy, Jano Sanvicente y decenas de testigos cómplices. En aquel espacio de Off de La Latina los espectadores asistían entre la risa y el delirio a tres sesiones y un diagnóstico que hasta el momento les permitía diferenciar lo que ocurría en aquel escenario y ellos mismos. A partir del día 29 de junio, todo cambió...
TERAPIA de Martín Giner dirigido por Charlie Levi Leroy traspasa los límites del escenario, ahora cualquiera puede recibir una sesión de TERAPIA..¿O quizá psicoanalizar a alguno de nuestros actores?




Hablamos con Charlie y Jano para saber más de esta experiencia:



¿Qué es TERAPIA?
Ch: Un juego, el juego de traspasar los límites, entrar en la confusión a través del apasionamiento, de la creencia, ser uno y el otro, habitar la locura desde la inocencia. Risas, un espejo en el que mirarse y luego seguramente una reflexión.
J: Una locura de obra que cambia día a día donde la improvisación, la complicidad con el público y el humor juegan el papel protagonista. Los asistentes se van a encontrar con dos cuerdos muy locos.


La obra se desarrolla dentro del contexto de un sesión de terapia. Charlie,¿cómo te enfrentas como actor y psicólogo ante este hecho?
Ch: En realidad no establezco ninguna diferencia entre esos dos roles. Me ubico en un lugar intermedio, espontáneo y me dedico a exaltar los méritos de la locura, a cantar sus alabanzas.

Según palabras de Martín Giner Los cuerdos no son los que no ven las cosas, son los que la ven, como todo el mundo, pero se quedan callados. ¿Creéis que todos necesitamos algo de terapia?
Ch: No, no lo pienso. Pero es evidente que el quedarnos callados ante todo lo que sucede va en detrimento de la inteligencia, nos prepara para un mundo que se dirige indefectiblemente hacia la imbecilidad, hacia la uniformidad del que no tiene interrogantes. ¿Terapia?, ¿de quién y para quién?
Ja: Desde mi experiencia personal de la locura no se salva ni el tato.


 




En un espacio como OFF de la Latina es fundamental la proximidad con el público ¿De qué modo os veis condicionados por ello?
Ch: El público está siempre ahí, lejos o cerca llenando el teatro o sólo unas filas, pero se establece con ellos una complicidad única, una suspensión voluntaria de la incredulidad, las dos partes sabemos que lo que sucede no es real pero acabamos aceptando el momento escénico.
J: Solo veo positividad en el hecho de la cercanía. Es mucho más bonito y se comparten mejor todos los sentimientos y emociones de lo que pasa en escena. Lo único malo es que así no se puede engañar aunque se quiera, así que si los ataques de risa incontenibles que nos cogen a veces, son difíciles de esconder.


¿Cómo valoráis la situación del Teatro en la actualidad?
Ch: Desde que tengo uso de razón he escuchado la frase “el teatro está en crisis”, sin embargo sigue ahí movilizando a la gente, transformándola a veces muy a su pesar. El teatro es algo más que una vocación, es obsesión, un intento de modificar algo a través de las palabras.
J: Damnificado, maltratado e infravalorado. Aún y así veo que el colectivo no se amilana y la creatividad hace frente al desgaste volviéndose más poderosa.

Charlie, en tu carrera has trabajado en teatro, cine como televisión ¿En qué medio te sientes más cómodo?
Ch: No tengo una predilección, aunque debo reconocer que me siento infinitamente más cómodo cuando estoy solo frente al ordenador escribiendo mucho más que en las tareas de actor o director. Es verdad que los tres medios son diferentes y si tuviera que definirme me inclinaría sin duda por el cine y su proceso creativo.



Jano, ¿qué has podido aprender durante este proceso de un actor como Charlie?
J: Charlie me ha enseñado que no hay que tener miedo nunca, que este trabajo nuestro es arriesgar sin pensar en las consecuencias y que solo se puede trabajar desde la libertad para con uno mismo.

¿Cuáles son vuestros sueños como actor y qué personaje os gustaría interpretar?
Ch: Mis sueños personales no tienen una relación directa con mi faceta de actor, te diría que van mucho más allá y cobran sentido cuando se vuelven universales, cuando pienso en la gente, en mi gente, mis hijas, en la solidaridad, en el amor, en la generosidad, en valores que se están perdiendo y no me gustaría que así fuera. En cuanto al personaje que me gustaría interpretar: el siguiente. Dejarme sorprender por un texto que desde el primer momento me seduzca, me atrape y me lleve a la reflexión.
J: No dejar de aprender hasta el día en que muera. Me gustaría interpretar a alguien muy muy malo. Una persona sin escrúpulos ni empatía.

¿Tenéis alguna manía o ritual antes de actuar?
Ch: Ninguna, sólo hacerlo lo mejor que sé y tratar de dignificar la profesión.
J: Meo y bebo agua en bucle hasta que toca salir a escena. Pero literalmente, en el último minuto siempre estoy haciendo lo uno o lo otro.

¿Queréis contarnos en qué trabajáis para el futuro?
Ch:
Estoy trabajando en una novela y en una película y además sigo con mi idea de colaborar con jóvenes actores que ven lejana su oportunidad de trabajo. Muchos de ellos pertenecen a mis grupos de experimentación teatral.
J: Los próximos proyectos nunca se pueden contar hasta que no estás subido al escenario. Los actores somos así de bobos.




¿Queréis aportar algo a los lectores de El Blog de LA CONOCIDA?
Ch: Decía Federico Fellini que todo arte es autobiográfico, comprenderlo es una buena terapia ya que es el arte el que nos revela secretos que de otra manera sería imposible descubrir.
J: Que no se pierdan TERAPIA por una parte y que apoyen a la joven productora LA CONOCIDA, que ya apunta maneras y va a llegar donde quiera.





Victoria Alonso




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